Luis José Camacho (CNH2): «En España el sector industrial sigue siendo el que más hidrógeno consume» – Día Mundial del Hidrógeno

 

Cada 8 de octubre la comunidad científica internacional celebra el Día Mundial del Hidrógeno. El objetivo de este es destacar la importancia de un elemento químico fundamental de cara a desarrollos industriales que permitan una menor dependencia de los combustibles fósiles y, por ende, una reducción en la cantidad de contaminantes atmósfericos perjudiciales para la salud humana que se emiten con su uso, así como gases de efecto invernadero.

El origen de la efeméride se remonta al año 2015. La Asociación de Energía de Pilas de Combustible e Hidrógeno (FCHEA) estadounidense la instituyó el día 8 debido a la masa atómica del hidrógeno, que es 1.008 (10/08 en el calendario: en el inglés americano, al contrario que en el británico, el mes se coloca antes que el día).

En el Centro Nacional del Hidrógeno trabajamos para investigar, desarrollar e innovar en todos los aspectos que involucran la cadena de valor del hidrógeno (producción, almacenamiento, transformación, distribución, aplicación e implantación tecnológica), además de realizar labores de divulgación y formación para dar a conocer ante la comunidad científica y ante el público en general las tecnologías del H2 y las pilas de combustible. Por ello, y en conmemoración del Día Mundial del Hidrógeno, entrevistamos a Luis José Camacho Parrilla, Ingeniero de la Unidad de Aplicaciones de nuestro centro.

 

-El hidrógeno es el elemento más abundante del universo. Es el principal componente de las estrellas y de muchos planetas. Mucha gente conoce esto, y, al leer acerca de los procesos de obtención de hidrógeno verde por electrólisis (que necesita agua), se preguntan por qué no se puede obtener H2 directamente del medio en el planeta Tierra. ¿Por qué el H2 es tan infrecuente en su forma pura?

La razón radica en sus propiedades. El hidrógeno es un elemento muy ligero, por lo que tiende a subir a las capas superiores de la atmósfera hasta alcanzar el espacio. Por ello, es muy complicado encontrar yacimientos de hidrógeno puro de forma natural en la tierra. Lo habitual es encontrarlo como parte de otros compuestos orgánicos e inorgánicos.

Sin embargo, en los últimos años se han encontrado varios yacimientos del denominado hidrógeno “blanco o dorado”. Algunas de estas reservas se encuentran en Estados Unidos, Canadá, Finlandia, Filipinas, Australia, Brasil, Omán, Turquía y Mali, entre otros.

 

-Actualmente, este hidrógeno verde supone menos del 5% del obtenido en industria. ¿Qué medidas se pueden tomar para incentivar que en el tejido empresarial se fomente el H2 verde?

En primer lugar, es fundamental incrementar la financiación pública de proyectos destinados a implementar la tecnología necesaria para producir este hidrógeno verde, y facilitar el acceso a este tipo de ayudas no solo a las grandes empresas, sino también a las pymes. Es esencial que las empresas dispongan de ayudas que les permitan diseñar y construir prototipos y plantas piloto, que les sirvan para evaluar la implementación de estas tecnologías en sus sistemas de producción para validar su funcionamiento y para poder rediseñar su modelo productivo en el medio y largo plazo. Ante el desconocimiento del potencial que presentan estas tecnologías de cara al futuro, también es importante incentivar las inversiones privadas para que las empresas estén dispuestas a asumir el riesgo de dejar de utilizar sistemas basados en combustibles fósiles, que presentan un grado de madurez y fiabilidad muy elevado, y así empezar la transición hacia el uso de este tipo de fuentes de energía sostenibles.

Las instituciones europeas están trabajando firmemente para incrementar las ayudas a aquellas empresas que realmente quieran invertir en este tipo de tecnologías, hasta el punto que durante este año el Gobierno ha anunciado el lanzamiento de un programa de ayudas de hasta 2.300 millones de euros procedentes de fondos europeos, encaminados a financiar proyectos que fomentan la utilización de energías renovables. Del total de la ayuda, se estima que algo más de la mitad estará destinado a financiar proyectos dedicados a la producción de hidrógeno verde y a su utilización.

-¿Cuál es el estado actual de las aplicaciones y la producción de H2 en España? ¿En qué sectores se está apostando más para la integración de las tecnologías del H2 y las pilas de combustible?

En España, las tecnologías de hidrógeno están en pleno auge, hasta el punto de que nuestro país ha participado en proyectos internacionales destinados a impulsar y promover el desarrollo de este. En lo referente a la producción, aún queda mucho camino por recorrer, ya que la utilización del hidrógeno como vector energético está en niveles muy inferiores en comparación a muchas fuentes de energía. A esto hay que añadirle que de todo el hidrógeno producido en España solo un pequeño porcentaje es hidrógeno verde obtenido a partir de fuentes de energía renovables.

En cuanto a las aplicaciones, en España el sector industrial sigue siendo el que más hidrógeno consume, ya que este elemento constituye una materia prima esencial en muchas de las operaciones realizadas en refinerías y en otras industrias químicas y metalúrgicas. También es posible encontrar la presencia de este elemento en otros sectores como el transporte.

Este último, el del transporte, es uno de los sectores en los que más se está apostando para integrar las tecnologías de hidrógeno en España. Las necesidades de descarbonizar este sector, que representa una de las principales fuentes de contaminación ambiental, han motivado el desarrollo de vehículos propulsados por pila de combustible, hasta tal punto que ya es posible encontrar en el mercado vehículos que utilizan esta tecnología.

A lo largo de estos últimos años, en el Centro Nacional del Hidrógeno hemos tenido el placer de participar activamente en el desarrollo de algunos proyectos pioneros en el desarrollo de toda esta tecnología. Entre ellos, destacan el proyecto FCH2Rail, destinado al desarrollo de un tren propulsado por pila de combustible y una estación de repostaje portátil para recargar este tren, así como el proyecto H2Ports, en el que se han conseguido hitos importantes como la recarga del primer vehículo propulsado por pila de combustible en un puerto.

 

-El hidrógeno podría estar implicado hasta en el 12 % del consumo energético mundial para el año 2050, según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA). Además, la organización estima que el coste de las instalaciones de hidrógeno podría decrecer desde un 40 % hasta un 80 % a largo plazo. Esto, junto al abaratamiento de las energías renovables y el desarrollo de equipos de electrólisis con mayor madurez, puede abrir la puerta a que esta tecnología sea cada vez más rentable. ¿Cómo crees que afectará esta mayor rentabilidad a sectores como el transporte?

Está claro que el abaratamiento de esta tecnología contribuirá muy positivamente a su desarrollo en este sector, permitiendo una reducción en los precios de los vehículos propulsados por pila de combustible y, por consiguiente, haciendo que estos sean más accesibles para los ciudadanos que no tengan un poder adquisitivo elevado.

Sin embargo, no basta solo con reducir los precios de las instalaciones de hidrógeno, sino que, para que esta tecnología pueda ser competitiva en este sector, es necesario crear una red de hidrogeneras, para que así quienes adquieran un vehículo que utilice esta tecnología puedan repostar sin mayores complicaciones.

La consecución de ambos factores convertirá al hidrógeno en un serio competidor para los vehículos tradicionales. Además, las nuevas políticas en materia ambiental que tratan de promover la transición energética este sector, endureciendo cada vez más los niveles de contaminación admisibles para los combustibles fósiles, terminarán por decantar la balanza a favor de estas tecnologías.

 

-Soberanía industrial, reindustrialización verde…en distintos debates actuales que orbitan en torno a la importancia de la energía para el tejido social y económico, el hidrógeno empieza a sonar como una pieza clave de cara a futuro. ¿De qué forma crees que el desarrollo de una economía del hidrógeno puede generar nuevas oportunidades industriales y económicas para un país como España? ¿Qué rol puede jugar el CNH2 en ese futuro contexto?

La denominada economía del hidrógeno puede jugar un papel muy importante de cara al futuro del país por diversos factores. En primer lugar, España es probablemente uno de los países más idóneos para la producción del llamado hidrógeno verde, ya que cuenta con la infraestructura necesaria para producirlo.

Esta infraestructura ha sido el resultado del compromiso del país con el cambio climático y de las políticas nacionales y europeas destinadas a reducir las emisiones, que han hecho que durante los últimos años se haya promovido en España la utilización de energías renovables, principalmente eólica y fotovoltaica. Esto ha supuesto la instalación de grandes parques fotovoltaicos y campos eólicos. Por tanto, la instalación de sistemas de producción de hidrógeno que aprovechen el potencial de estas infraestructuras para generar hidrógeno verde puede convertir al país en uno de los grandes productores a nivel internacional, y con ello fortalecer el impacto que el sector energético e industrial tiene sobre el PIB del país.

Además, la posibilidad de que España se convierta en uno de los productores de hidrógeno más importantes del sector, podría impulsar el crecimiento de industrias que habían perdido fuerza no solo en España, sino también en Europa, como podría ser la siderúrgica.

En cuanto al Centro Nacional del Hidrógeno, este cuenta con una amplia experiencia en materia de producción y transformación del hidrógeno, y está a disposición de todas aquellas empresas y organismos -tanto públicos como privados- que quieran introducirse en las tecnologías de hidrógeno y su funcionamiento. Además, ofrece la posibilidad de participar en la realización de proyectos y prototipos destinados a implementar estas tecnologías, ya sea mediante acuerdos de colaboración, servicios de consultoría y formación, o bien mediante acuerdos de subcontratación.