La Falla Convento de Jerusalén y el Centro Nacional de Hidrógeno se alían para mostrar en las Fallas el uso de hidrógeno verde
En su compromiso con el Medio Ambiente, la Comisión avanza de nuevo con otro paso importante en su proyecto “Convento más Verde” para hacer de las Fallas una Fiesta sostenible. Tras haber reforestado de árboles para compensar la totalidad de su huella de carbono de estas Fallas 2020–21, haber lanzado una competición de reciclado de latas entre sus falleros para dar el beneficio a Casa Caridad, se unen a una de las tecnologías más prometedoras que deben ayudar a reducir las emisiones en multitud de sectores, el hidrógeno verde.
Las Fallas de Valencia son purificación que, en forma de fuego incinera el día grande de Fallas distintos materiales que han sido creados a lo largo de todo un año con las manos de un artista fallero y su equipo, obteniendo una obra de arte que se ha convertido en Patrimonio inmaterial de la UNESCO desde el año 2016.
Este año, la Falla Convento de Jerusalén va a añadir un elemento para crear un binomio perfecto, pero que en este nuevo uso no está reñido con el fuego, el elemento agua. Del agua (H2O) es de donde se extrae el hidrógeno verde (H2). Un binomio agua y fuego que más que nunca será purificador, puesto que el uso del hidrógeno por primera vez en la historia de unas Fallas va a ser utilizado como elemento de combustión que prenda los dos monumentos de Convento en estas especiales Fallas trastocadas por el COVID19.
En su proyecto “Convento más Verde” donde ya se ha registrado su huella de carbono en la oficina de cambio climático, se ha reforestado bosque para compensarla completamente, donde se realizan competiciones de reciclaje entres sus falleros, la agrupación avanza un paso más, y no uno cualquiera, puesto que añade y divulga ante la Sociedad sobre uno de los elementos estrella y que mayor expectativa presenta en sectores como la energía y la movilidad en estos momentos para luchar contra los efectos del calentamiento global, el hidrógeno verde.
Durante las Fiestas del 1 al 5 de septiembre, de la mano de un equipo demostrativo real de obtención de hidrógeno a partir del agua –lo que técnicamente se llama electrolizador y separa el agua en oxígeno e hidrógeno mediante el uso de electricidad renovable– la Falla mostrará a todo el gremio fallero esta tecnología que, aunque aún incipiente, se prevé que sea habitual en nuestras vidas en muy pocos años.
El objetivo de mostrar la tecnología del hidrógeno en la Falla es, al igual que Tokio ha sido pionera en usar por primera vez un hidrógeno de cero emisiones para el pebetero, innovar este año prendiendo la Cremà de los monumentos falleros con este combustible que proviene del agua, y que por tanto no emite ningún gas de efecto invernadero al ser utilizado ni otros gases nocivos para la salud, cómo sí hacen encendedores y mechas de pólvora utilizado habitualmente. Así pues, se sustituirá el uso de combustibles habituales por primera vez con este novedoso gas, el hidrógeno, que en su uso se convierte y produce solamente energía y agua.
Para conseguir este cometido de encender por primera vez con hidrógeno, la Falla se ha unido al Centro Nacional de Hidrógeno (CNH2), situado en Puertollano, donde se ha desarrollado este singular “mechero” libre de emisiones.
Aunque pequeño, éste va a ser ya un primer uso pionero en el sector de las Fallas, Convento asegura que no va a ser el único, y ya analiza junto a la alianza con el Centro
Nacional de Hidrógeno, nuevos usos del hidrógeno para otros usos en posteriores años, y que sirvan para divulgar y mostrar ante la Sociedad en un evento como las Fallas, la necesidad de la apuesta por lo renovable y tecnologías de futuro que sirven para descarbonizar nuestro Planeta.
“Es una tecnología de presente en muchos sectores de la gran industria en España, pero donde su generación en la actualidad no está libre de emisiones de CO2. La novedad y el apoyo que va a recibir el hidrógeno en un futuro inmediato viene por generarlo de forma verde, y para ello la separación del agua utilizando electricidad renovable va a ser la vía principal, por eso en la Falla queremos mostrar esta tecnología desconocida para muchos falleros y falleras, y dar un uso que aunque simbólico, nos permite actuar sobre un hecho tan importante para la fiesta como es el momento de la Cremà, que gracias al Centro Nacional de Hidrógeno, conseguiremos por primera vez en la historia de las Fallas, realizar con el uso de este combustible”, comenta Javier Cervera, delegado de medio ambiente de la comisión fallera.
“Para el Centro Nacional de Hidrógeno es una satisfacción el haber podido participar en este desarrollo que demuestra y acerca a la Sociedad los desarrollos sostenibles de futuro que nos permitirán cumplir los objetivos climáticos propuestos. Sin ninguna duda es un momento para disfrutar de lo que el hidrógeno verde aporta a los ciudadanos”, explica Emilio Nieto, director del Centro.
El hidrógeno verde
El hidrógeno verde constituye una solución clave para que España alcance la neutralidad climática antes del 2050, puesto que su producción y consumo es 100% neutral (climáticamente hablando) y no genera emisiones contaminantes. Además, tiene la ventaja de poder almacenarse en forma de energía que puede liberarse gradualmente cuando ésta se necesita. No es una fuente de energía primaria (como el agua, el sol o el viento) sino un vector energético, es decir, un producto que necesita de una aportación energética para ser obtenido. Para que el hidrógeno sea considerado verde, y en caso de producirse con electricidad, ésta debe ser energía renovable.
El desarrollo del hidrógeno renovable traerá consigo una serie de beneficios económicos, sociales y empresariales, como la creación de cadenas de valor industrial innovadoras, el fomento de la innovación tecnológica, la disminución de la dependencia energética nacional y la generación de empleo sostenible, contribuyendo a la reactivación de una economía verde con alto valor añadido.
Fuente Foto de la Falla: https://elperiodicodelaenergia.com